Experiencia
Más 25 años en sector de industria como técnico, llevando programas de lubricación, cursos de capacitación y ofreciendo programas de confiabilidad.
Elimine el barniz soluble del aceite caliente y el barniz suspendido del aceite frío.
El barniz, también conocido como laca o charol, es un subproducto dañino que resulta de la oxidación, la separación de aditivos y la degradación térmica del aceite lubricante. Su formación puede acelerarse por factores como el diseño del sistema y ciertas condiciones operativas, incluyendo temperaturas elevadas, descargas por chispa electrostática y altos índices de flujo de aceite. Este problema no solo afecta el rendimiento de los equipos, sino que también puede ocasionar daños significativos si no se aborda a tiempo.
Beneficios clave del sistema VRS
- Evita la acumulación de depósitos dañinos: Protege servo válvulas, bombas y otros componentes vitales al eliminar los residuos antes de que se conviertan en un problema.
- Mejora la eficiencia operativa: Disminuye la fricción estática, reduce el desgaste de los equipos y asegura un funcionamiento fluido del equipo rotativo.
- Prolonga la vida útil del sistema: Al mantener las temperaturas de operación bajo control y prevenir el desgaste prematuro, se alarga el tiempo de vida de los equipos.
- Minimiza tiempos de inactividad: Reduce el riesgo de fallos repentinos y asegura un funcionamiento continuo y confiable.
Alcance
Nuestro servicio está fundamentado en desarrollo de gestión de comercialización de productos filtrantes de alta eficiencia, análisis de aceite cursos de lubricación, venta de filtros Parker, Donaldson, renta y venta de compresores, montacargas, torres de iluminación portátiles y generadores de energía.
¿Por qué es crítico controlar el barniz con un sistema VRS?
Si se permite que el barniz se acumule en las superficies metálicas del sistema, las consecuencias pueden ser graves:
- Incremento de la fricción estática: Lo que dificulta el movimiento eficiente de los componentes.
- Funcionamiento ineficiente del equipo: Mayor consumo energético y posibles paros no programados.
- Temperaturas operativas elevadas: Que aceleran la degradación del aceite lubricante.
- Fallo prematuro de componentes críticos: Lo que resulta en reparaciones costosas y pérdida de productividad.